Los asientos elevados están diseñados para niños que son lo suficientemente grandes y maduros como para sentarse correctamente sin un arnés. Muchos niños tienen 6 años o más antes de estar listos.
Los dos protegen a los niños, pero lo hacen de diferentes maneras. Los asientos de seguridad están diseñados para proteger a los niños mediante el uso del arnés que les mantengan en la posición más segura. Los asientos elevados usan el cinturón de seguridad para proteger a los niños. Los cinturones de seguridad les dan a los niños más libertad a moverse, por lo que deben ser suficientemente maduros para esta responsabilidad. Es importante que se use correctamente el cinturón de seguridad, aun cuando duerme el niño. No puede proteger al niño si no está en el lugar correcto.
Para los niños que no pueden sentarse correctamente todo el tiempo, un asiento de seguridad de altura y peso apropiado les dan mejor protección.
Todos los niños son diferentes y lo que necesitan para la seguridad varia también. Hacer el cambio de un asiento de seguridad a un asiento elevado no es solo una cuestión de tamaño, sino también del nivel de madurez. Los niños deben ser capaces de aprobar todos los criterios del uso de un asiento elevado (reverso) antes de cambiar a un asiento elevado.
Recuerden que todos los niños son diferentes. Es posible que algunos niños puedan usar un asiento elevado antes que otros de la misma edad o tamaño.
Hay una variedad de asientos elevados disponible y todos tienen requisitos diferentes de altura, peso y edad. Antes de usar un asiento elevado, asegúrese de que su hijo cumpla con todos los criterios para ese asiento. Si su hijo no cumple con todos los requisitos, no está listo para usar un asiento elevado.
Al sentarse en un asiento elevado, el cinturón de regazo debe ajustarse a los huesos fuertes de las caderas o los muslos. Los niños pueden sufrir heridas graves en un choque si el cinturón de regazo cruza por el estómago porque no es lo suficientemente fuerte como para manejar el impacto. Si el cinturón de regazo no cruza los huesos de las caderas o los muslos del niño, no está listo para usar un asiento elevado.
El cinturón de hombro mantiene la parte superior del cuerpo en su lugar durante un choque. Si no se ajusta correctamente, los niños pueden ser tentados de apartarlo o ponerlo detrás de ellos, dejando la parte superior del cuerpo sin protección. Si el cinturón de hombro no cruza a la mitad del hombro, no está listos para usar un asiento elevado.
Un paso importante para determinar si un niño está listo de usar un asiento elevado, que mucha gente no darse cuenta de, es la madurez. Los niños tienen que estar en la posición correcta para que el cinturón de seguridad haga su función. Si el niño no puede sentarse correctamente, aun cuando duerme (sin encorvarse ni inclinarse hacia un lado), no está listo para usar un asiento elevado.